En esta publicación, os mostramos una serie de pautas a cumplir a la hora de alimentar a una persona que posea disfagia. Las pautas mostradas son generales, es decir, debemos adaptarnos a todo momento a las necesidades de nuestro paciente y al momento de intervención en el que se encuentre.
En primer lugar, es importante conocer que si el paciente es capaz de alimentarse por sí mismo, bajo ningún concepto lo haga solo, siempre bajo la supervisión de un familiar o cuidador. En caso contrario, el cuidador debe seguir las siguientes pautas:
- Coger la cuchara de postres (pequeña), con una pequeña cantidad de comida, se coloca la comida en el centro de la lengua y presionándola un poquito hacia abajo.
- Si el paciente tiene paralizado la mitad del cuerpo, intentar colocar el alimento en la parte no afectada.
- Acercar la cucharilla lentamente a los labios y que el paciente nos vea, para que abra la boca pero nunca se debe de tocar los dientes con la cuchara.
- Evitar hablar mientras se come.
- Si tiene recomendada alguna maniobra postural, esta maniobra se y realizar en el momento de tragar (si lo requiere).
- Comprobar si ha tragado lo de la cucharilla, sobre todo antes de darle más.
- Se le dará el tiempo que requiera.
- Si se fatiga, y esto supone un problema, en vez de 3 comidas al día se harán 6 u 8 pero con menos cantidad.
Fuente: apuntes personales de la asignatura I.L en habla y trastornos orales no verbales. Profesorado: Isabel Álvarez Alfageme. Universidad de Valladolid.